Sobre la amistad entre el hombre y la mujer

La amistad entre diferentes géneros NO existe

La amistad, por definición es una relación de afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato; se trata de un pacto amistoso entre dos o más personas que cuanto más fuerte, menos límites tiene.

Un amigo es alguien que conocemos, alguien de quien gustamos y confiamos plenamente, con es con quien podemos desnudar nuestra intimidad y compartirla.

Se puede inferir que una relación de pareja es primero una relación de amistad, pero no hay manera en el universo que lo inverso sea verdadero.

¿A que viene esto? A que cuando la relación de amistad es entre miembros de diferentes géneros, tarde o temprano el sexo se interpone y la relación, como un lazo puro y exclusivo de amistad, se corrompe. Esto es algo que pasa siempre, es sólo cuestión de tiempo y una correcta (o incorrecta) combinación de elementos que estadísticamente siempre se harán presentes.

Cuando se forma una relación entre un hombre y una mujer, la naturaleza sin lugar a dudas, en algún momento, habrá de imponerse y más que seguramente alguno de los dos miembros de la relación (o ambos), comenzará a sentir una atracción o curiosidad por la otra persona.


Esta atracción puede ser en forma de un pensamiento, en forma de un sentimiento o en forma de una acción. NO IMPORTA si el deseo se transforma en realidad, si es expresado o si sólo queda como un secreto en lo más íntimo del propio ser… una vez que eso se hace presente, la amistad real y sin límites es imposible.

No importa cuan íntimo, cercano y vulnerable me presente y quede con mi mejor amigo, jamás de los jamases podría confundir sentimientos con esa persona. En cambio cuando la intimidad, la cercanía y la vulnerabilidad se da con miembros de diferentes sexos, esa línea es extremadamente borrosa y hasta invisible.

Esto implica que a la larga, uno piense con toda persona del sexo opuesto, con quien se relaciona profundamente, ¿Cómo sería tener algo más con esa persona? De ninguna manera significa que uno lo lleve a la práctica.

Distintas son las circunstancias que uno reprime los pensamientos. Una relación preexistente por alguna o ambas partes. Una relación de sangre, una relación de tono amistosa que casi nunca resiste el sexo. Pero sin embargo, es algo que está ahí, en el subconsciente, dormido y esperando las circunstancias apropiadas para germinar.

Dicen que para muestra basta un botón, pues en este caso y solo a modo de ejemplo, me remitiré a cinco casos, reales todos, aunque con nombres cambiados, que ilustran con plenitud el antedicho axioma.

Caso 1:
Juan y Maria se conocen y son amigos por 6 años. María ha sido confesora de Juan durante años, su amiga fiel. Para María Juan es solo un amigo, no lo ve como otra cosa y se ríe ante los comentarios de todo el mundo que la contradice. Lo mismo es válido para Juan. Han estado el uno para el otro incontadas veces, y nunca nada se ha cruzado en sus mentes otra que no fuera la amistad…
Pero un día Maria, sin ninguna razón en especial, ve a Juan con otros ojos, simplemente se lo imagina como amantes, como un ser sexual; fue como una basurita el pensamiento. Lo vio e imaginó físicamente como hombre.
Nada más cambió, todo sigue siendo igual, pero desde que ese pensamiento se instaló en la cabeza de María, ya no puede estar en la misma habitación con él. Maria se lo quiere voltear. Al día de hoy no pasó nada, María valora muchísimo la amistad entre ambos, pero ya es tarde, nunca volverá a ser lo mismo.

Caso 2:
Pedro y Ana fueron amigos por 10 años, una amistad de toda la vida. Lógicamente se han conocido parejas cruzadas… Ana estuvo de novia casi 5 años a larga distancia y Pedro siempre la bien aconsejó.
Ana le ha presentó muchas amigas a Pedro y él a su vez la ha “entregado” a por lo menos 2 amigos suyos.
Pero hete aquí que el destino quiso que ambos un día se encontrasen en medio de une época de soltería de ambos, sin planes y en el mismo plano cósmico… ese día ambos estaban aburridos y con la mente tal vez un poco más abierta que otras ocasiones. Pues ese día se dieron cuenta que no solo podían matarse sin problemas, sino que estaría bueno probarlo… Hace 1 año que son pareja.

Caso 3:
José y Juana fueron amigos por 12 años. Culo y calzón; el uno del otro; siempre juntos, inseparables. José llegó a ser testigo del casamiento de Juana. Juana invitó incontables veces a la casa de José. Cenaron junto al marido de Juana una y otra vez. José se ha quedado muchísimas veces a dormir. Según palabras de José, Juana era su hermana. La veía como un ser asexuado.
Han sido mutuamente confesor del otro, imposible de ver a Juana de otra manera que no sea como amiga…
Las vueltas de la vida hacen que un día Juana se separe y tiempo después, en una de las tantísimas visitas y salidas que tienen, algo cambia, hay una mirada, hay un clic en la continuidad tiempo/espacio y la naturaleza se toma su revancha… en simples palabras, esa noche se matan y hacen temblar las paredes del departamento. Cuestión que terminan saliendo por un año. Lamentablemente la relación termina muy mal. El destino dirá que no podrán volver a verse sin tratarse como perros.

Caso 4:
Miguel y Catalina fueron amigos por 6 años. Compañeros de trabajo ambos, se conocieron y pegaron buena onda. Miguel esta felizmente casado y tiene ya un hijo; Catalina es de esas mujeres de noviazgos largos y a excepción de breves lapsos siempre ha estado en pareja durante todo el tiempo de la amistad.
Catalina se ha quedado infinidad de veces con Miguel a solas, ha sido casi, casi como una babysitter permanente del hijo de Miguel. Catalina y Miguel se ríen cuando les hacen chistes sobre el hecho de que pasan más tiempo juntos (por motivos laborales) que con sus respectivas parejas. Ellos se ven como amigos y no pueden concebir otro tipo de relación.
En un momento de la vida, Catalina queda sin pareja y Miguel coincidentemente pero, sin relación alguna, se separa de su esposa.
Una noche, Catalina ve a Miguel con otros ojos… el presente los encuentra en pareja hace casi un año.

Supongo que muchos y muchas podrán citarme experiencias propias de supuestos amigos del sexo opuesto con quien jamás se les ocurriría tener relaciones… pues muchachos, muchachas, denle solo tiempo al tiempo. Se trata de que las circunstancias y el timing correcto se combinen y den como fruto la expresión de una natural relación entre el macho y la hembra de una misma especie.


La película “When Harry Met Sally”, la película de Rob Reiner con Meg Ryan y Billy Cristal, es aun otro perfecto ejemplo del axioma “La amistad entre el hombre y la mujer no existe”. No importa cuanto tiempo dos personas de diferente sexo sean “amigos”, eventualmente la idea de algo más se hará presente y todo se irá al carajo… o mínimamente ya no será igual. Me remito a las siguientes dos escenas.

Escena 1

Sally: ¿Sólo vamos a ser amigos, OK?
Harry: Genial! Amigos… seguro, es lo mejor.
Harry: Te das cuenta, sin embargo, que nunca podremos ser amigos.
Sally: ¿Por qué no?
Harry: Lo que digo es… y esto no es un levante de ninguna manera, es que los hombres y las mujeres no pueden ser amigos, porque siempre el sexo se interpone.
Sally: Eso es mentira, tengo varios amigos hombres y no hay sexo de por medio.
Harry: No.
Sally: Si, los tengo.
Harry: No los tenés.
Sally: Si los tengo.
Harry: Pensás que los tenés...
Sally: ¿Me querés decir que estoy teniendo sexo con estos hombres y no me doy cuenta?
Harry: No, lo que digo es que en realidad todos quieren tener sexo con vos.
Sally: No.
Harry: Seguro que quieren.
Sally: No quieren.
Harry: Si, quieren.
Sally: ¿Como sabés eso?
Harry: Porque no hay hombres que puedan ser amigos de una mujer a quien encuentren atractiva. Siempre querrán tener sexo con ella.
Sally: Entonces lo que decís es que, un hombre puede ser amigo de una mujer sólo si es fea.
Harry: No, a la larga se la quiere voltear también.
Sally: ¿Qué pasa si ellas no quieren tener sexo?
Harry: No importa, porque el lado sexual ya salió a la luz y eso hace que eventualmente arruine la amistad. Fin de la historia.
Sally: Supongo que no seremos amigos entonces.
Harry: Supongo que no.


Escena 2

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(Varios años más adelante)
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Sally: Pensé que no creías en la amistad entre el hombre y la mujer.
Harry: ¿Cuando dije eso?
Sally: En el viaje a NY.
Harry: No, no, no. Nunca dije eso (Harry hace una pausa y piensa). Si, es verdad, no pueden ser amigos. A menos que ambos estén en pareja con otras personas y entonces si pueden. Se trata de una enmienda a la regla anterior, si ambas personas están involucradas, la presión de un posible amorío cesa de existir. (Hace una pausa). Eso tampoco funciona…, porque lo que pasa es la persona con la que estás involucrada no puede entender porque necesitás ser amigo con esa persona con la que sólo sos amigo. Es como si significara que algo esta faltando en la relación y “por qué tiene que ir a buscarlo afuera de la relación?”. Entonces decís “No, no, no, no no es verdad, nada falta en la relación” entonces la persona con la que estas involucrado te acusa de estar atraído ocultamente a otra persona con la que solo sos amigo, lo cual probablemente sea verdad, quiero decir, vamos, a quien mierda queremos engañar? Lo que nos lleva a la regla original, antes de la enmienda, que los hombres y las mujeres no pueden ser amigos.
Entonces … que onda?
Sally: Harry.
Harry: ¿Qué?
Sally: Chau.
Harry: Oh, OK.


Espero haberlos convencido, las pruebas están a la vista, pero no hay peor ciego que quien no quiere ver…

Para finalizar quiero hacer una auto referencia a mis “amigas”. Muchos se asombran cuando hablo de “mis amigas”. Porque si, debo admitir que las tengo, y de ninguna manera me siento conflictuado o en contradicción con el axioma.
El término de “amiga” lo uso para aquellas mujeres con quien tengo una relación de cariño, confianza y afecto, o bien para esas relaciones que incluyendo o no, las antedichas características, también incluyen sexo.

El uso del término no devenga en una verdadera relación de amistad como se define, ya que la amistad carece de intención sexual y, mis “amigas” saben, porque a todas se los he dicho, en algún momento u otro, que las he visto como seres sexuales, y que he tenido deseos con ellas, pero que la naturaleza platónica de nuestra relación hace que yo reprima esos impulsos, ni importa si los impulsos serian o no correspondidos, eso es algo total y absolutamente intrascendente.